Afueras
Me he arriesgado a la muerte por gripe de puerco, salí a las rúas de mi ciudad, para leer y despejarme un rato (aparte de ir a un par de lugares por viandas y brebajes con entrañables camaradas para el mismo efecto), me senté en el pasto del parque (vacío) y me brotaron un par ideas para unos versos, acerca de los cafés (vacíos), los restaurantes (cerrados, ergo vacíos) y los lugares de convivencia (vacío y cerrados) y bueno, terminó en esta serie:
I
El sol de la tarde
inamovible
sin recelo de algo
irradiándome
No hay television
aquí afuera
es todo tranquilidad
quietud pasmosa
Escribir nombre secos
en la soledad
en un campo de luz
y despoblado
Con la pluma desgarrar
desangrar realidad
sobretodo nostalgiar
también extrañar
Con la copa en mano
vino o whiskey
y la sola idea
de morir pronto.
II
Que vacías resultan las calles
que sin sueño los conductores
la palabra suave que te calllas.
Solo queda olor a a muerte.
Ésta ciudad gris empañándote
sucumbe rápido al miedo
escóndete del terror en casa.
Solo queda olor a muerte.
Y solo queda olor a muerte
solo quedo yo en la calle
vacía y soleada, bella
bella en su buena soledad
Solo queda olor a muerte.
28 de abril de 2009, 10:16
Pues aqui te dejo unos que se me ocurrieon ayer, tan medio chafitas pero a ver.
Aroma a mora
y uno parecido
Amor a Roma
28 de abril de 2009, 10:49
maldita cuarentena...
mi madre me puso a estudiar!!!
y a limpiar la casa!!!
no hay moral ni temor a dios...
y luego pa rematar el temblor de ayer...
solo falta que del cielo salga el indice gigante de dios y nos aplaste