Karcino: No di mi don

Com escritor hay días, Días y Díaz. Tres tipos de ellos, Los últimos, los Díaz, son imprescindibles y muy inanes para este tema, son solo personajes.



Los Días en cambio es cuando uno se llena de vida los pulmones y la inspiración y se vacía en torrentes y torrentes de letras, uno se puede sentir felíz o triste, y bien, solo bien, por que escribe y escribe bien o mas o menos, descubre nuevas verdades y descifra misterios, derrumba paredes logrando unir miles de mundos.



Esos Días tambien puede que lo traigan con la muerte encima, con el amor saliendosele en cada suspiro, que en esos Días no son pocos si no se multiplican, tambien pueden ser días nublados, donde el escritor no tiene dios ni demonio que lo acompañe de una forma decente en su soledad y entonces está el escritor también en estado de escribir versos o prosa, estos días suelen ser geniales, cualquiera de los dos tipos de Días.



Hay, en cambio, los otros, los días, que son días en que un escritor no puede, por más que quiera, sacar un solo verso que suene a alma, o una prosa que le desgarre los ojos con llanto, ese días entonces si son terribles, por que el escritor es como un globo y si al globo se le llena mucho sin sacarle algo de aire termina por explotar, y justo por esto es que escribo este post, por que hoy es uno de esos días, para mi.

De reserva / reversa:
"Quien dice que no la ha cagado, es por que no se ha limpiado"